Mis mascotas (I)
Yo no lo recuerdo, pero dice mi señora
Madre que apenas empezaba yo a dar mis primeros pasos cuando el “Solovino” ya
andaba por ahí de un lado para otro. Desde entonces y hasta la fecha hemos
estado acompañados por mascotas. También desde entonces, la mayoría han llegado
a casa por su propio pie o bien por adopción, por lo que es bastante difícil si
no es que imposible, identificar la raza de la mayoría de ellos y ellas.
Antes del siguiente canino, pasaron por
la casa otras especies: conejos, serpientes y tortugas fueron buenos inquilinos
y compañeros de aventuras.
La Canela, nuestro siguiente can, pasaba
por ahí, muy probablemente huyendo del maltrato. Si bien dormía en casa, hizo
suyas al menos dos o tres cuadras a la redonda. Una buena cantidad de vecinos
la saludaban y le abrían sus puertas. No dudo que tuviera plato propio en más
de una casa, y no era raro que llegara con tortillas recién hechas obsequiadas
de la mano de las dependientas. Sin embargo, sabíamos que nuestra casa era la
que sentía más suya porque ahí dio a luz a 3 camadas completas. La Canela
desapareció un día, seguramente forzada por alguien que no entendió que ella no
podía ser propiedad de nadie. Espero que haya vuelto a tomar camino en la
primera oportunidad y que haya adoptado otra familia y otras calles para
terminar sus días.
Rolis llegó en nuestra infancia buscando
refugio en la cochera. Un poco de comida y caricias infantiles nos ganó su
lealtad por cerca de 12 años. Siendo Rolis un perro “callejero”, tenía libre
acceso para entrar y salir de la casa. Digamos que no era muy amable con los
extraños ni tan tierno como para que alguien pretendiera robarlo o adoptarlo. Una
vez al año, ya entrada la primavera, Rolis sentía el llamado de la naturaleza y
se desaparecía por dos o tres días. Regresaba flaco, ojeroso, cansado y sin
ilusiones, seguramente agotado por el esfuerzo de ganar el favor de alguna
hembra que había robado su corazón. Después de un obligatorio baño y una
sustanciosa comida, dormía otro par de días para después regresar a ser el
mismo gruñón de siempre hasta la siguiente primavera.
Ya estaría el Rolis bastante madurito
cuando llegó a su vida el famosísimo Pecas. Pecas era el último de una camada
que fue muy bien vendida. Pero Pecas era diferente, por ser lo más amable. Bien
podría haber calificado para cualquier documental del Discovery Channel, desde
Alienígenas Ancestrales hasta Monstruos Submarinos. Pero lo que le faltaba en
el exterior, le sobraba en el interior. Nunca pudo caminar en línea recta, pero
jamás desvió su lealtad a la familia.
Seguimos en la próxima con el resto de
historias caninas… Buen día, buena semana, buena vida. ¡Salud!
La nota musical:
Estoy
seguro que Jesse y Joy no escribieron esta canción pensando en la Pascua, pero
la letra viene como anillo al dedo, ¿no creen? Felices Pascuas de Resurrección.
Por
tanto tiempo quise
encontrar
la solución
a
ese gran vacío
que
llevaba en mi interior
todo
lo intenté,
por
dondequiera te busqué,
eras
tú mi necesidad,
alce
mi rostro y...
Llegaste
tú,
y
todo cambió.
Llegaste
tú,
la
esperanza triunfó.
Llegaste
tú,
volví
a nacer.
"Llegaste
tú", Jesse & Joy, Álbum: Esta es mi vida, 2006
Twitter:
@gmomtz
Textos
anteriores: http://columnamusicopoetayloco.blogspot.mx/