Soy
papá de tres hijos, y lo he sido por casi 20 años, edad que está por cumplir mi
princesa musical. Los "bronto-hermanos" tienen 15 y 9
respectivamente. Amparándome en estas credenciales, puedo presumir que tengo un
poquito de experiencia en esto de la paternidad. Conste que nunca dije que sea
un buen padre... Solo dije que tenía experiencia. Estoy seguro que he tenido
aciertos y errores, pero ya serán mis retoños los responsables de evaluarme
después.
Hay
tres ideas que el camino me ha enseñado en estas dos décadas de paternidad. No
pretendo que sean máximas, principios o reglas: considéralos simplemente
consejos de amigos entre copas, es decir, sinceros, directos y gratuitos.
Primero:
Nuestros hijos están en préstamo. Como tú y como yo un día decidimos hacer
nuestra vida fuera de la casa paterna, así lo harán ellos eventualmente. Y
entonces, si Dios así lo quiere, estaremos otra vez solos los dos, mamá y papá.
Desde hoy asegúrate que la pareja exista siempre en independencia de los hijos.
No hay que sentirnos culpables de darnos tiempo para vivir nuestra relación. Al
contrario: así les damos ejemplo de cómo construir sus relaciones.
Segundo:
El tiempo de calidad como sustitución de la cantidad es una falacia. Nada
sustituye tu presencia. Con nada puedes reponer los días que no acuestas a tus
hijos o que no cenas con ellos. Mide con sabiduría lo que dejas y lo que ganas:
no siempre vale la pena. En serio: Yo lo aprendí de la manera difícil. Si solo
me vas a creer una cosa, que sea esta.
Tercero:
Nuestros hijos son seres humanos. Por tanto, pueden equivocarse, y como tú y
como yo, tomarán sus propias decisiones. No eres responsable de construirles la
vida, sino de brindarles todas las herramientas para decidir adecuadamente. Al
final, lo importante es que sean felices, en la manera en que ellos lo decidan.
Papá:
soy feliz. Mis hermanos también. Descansa en paz. Salud.
PD.
Una última nota para los que están a punto de ser papás. De todos los consejos
que me dieron antes de ser papá, solo uno fue realmente útil y aquí te lo
comparto: Duerme TODO lo que puedas, después nunca vuelve a ser lo mismo. Ni
siquiera veinte años después.
De verso en verso:
Te
miro corriendo libre
como
cuando aprendías a andar.
Como
entonces hoy me aterra
que
te puedas tropezar.
Al
caerte siendo niño
buscabas
volver a mí,
anidado
entre mis brazos
tú
volvías a ser feliz.
Si
hoy día tu te tropiezas
aquí
sigo para ti:
igual
abriré mis brazos
para
que vengas a mí.
La nota musical:
Una
canción compuesta y cantada desde el corazón de un padre. Si eres papá o mamá
de una señorita, te recomiendo que la escuches.
Entre
gimnasia y la tarea,
van
creciendo muy de prisa.
Ay,
ay, ay, las quisiera detener.
Pero
un día se irán de casa
y
en sus cosas llevarán un pedazo de mi vida
que
jamás regresara,
mientras
tanto quiero darles tantas cosas,
quiero
darles tanto amor, tanta atención,
y
enseñarles cada día su importancia y su valor,
quiero
cuidarles el corazón.
Twitter:
@gmomtz
Textos
anteriores: http://columnamusicopoetayloco.blogspot.mx/
---------------------------------------
Publicado el 18/06/2015 en www.antenasanluis.mx
Publicado el 18/06/2015 en www.antenasanluis.mx