Un
empecinado seguidor de las Chivas de Guadalajara enfermó repentinamente.
Después de una larga y no fácil fase de diagnóstico, los doctores comunicaron a
el y a su familia la triste noticia: la enfermedad tenía un avance tal que
cualquier cura era inalcanzable.
Más
aún, este mal terminal ponía un pronto tiempo limite a los días felices de este
aficionado, que decidió cerrar su camino en casa, rodeado de sus seres
queridos. Conforme fueron pasando los días, y sus capacidades fueron
disminuyendo, pidió reducir las visitas al mínimo, recibiendo solamente a la
familia y amistades mas cercanas. Entre ellos se contaba su compadre, compañero
de vida, de aventuras y en algún tiempo de trabajo, pero no de afición:
curiosamente lo único que empañaba amistad tan profunda era que este último
veneraba a las Águilas del América, con historia, folclore y todos los
accesorios.
En
una de tantas visitas, que también fue una de las últimas, el enfermo le dijo a
su viejo amigo: “Compadre: Tengo una decisión muy importante que comunicarte”.
Aquel se puso en pie y se preparó para escucharlo, si es que hay alguna manera
de prepararse para estos momentos. Con mucha solemnidad y a media voz le dijo:
“He decidido hacerme Águila”. Mudo de la sorpresa, el compadre se le quedó
mirando sin creer lo que acababa de escuchar.
Después
de unos momentos pudo articular:
“¿Águila tu? ¿Te sientes bien? ¿Estás seguro de lo que dices o ya
empezaste a delirar?” Y el otro le contestó: “Estoy bien compadre, en mi sano
juicio. De hecho hay pocas cosas en mi vida de las que he estado tan seguro.”
Todavía incrédulo, el amigo le dice: “Pues entonces no queda más que
felicitarte. Finalmente reconoces lo que es bueno. Bienvenido al rebaño.” Pero
el ex-chiva le replicó: “Compadre: yo no estoy reconociendo nada.” Y el
extrañado Águila le dijo: “¿Y entonces por qué el cambio?” Y el otro concluyó:
“Fácil Compadre: de que pierda un aficionado el Guadalajara a que lo pierda el
América, pues que lo pierda el América ¿no?”
Estamos
iniciando periodo electoral. Decidamos sabiamente. Decidamos por los motivos
adecuados. Decidamos. Cambiemos nuestra decisión si es necesario, pero
decidamos. Lo único que no se vale es no decidir. Salud.
De verso en verso: Más
sencilla.
Hoy,
con motivo del inicio de la Cuaresma, tomamos prestadas unas líneas del poeta
español León Felipe. ¿Serán solo versos? ¿O es un clamor de esperanza para
nuestra Iglesia?
Más
sencilla… más sencilla.
Sin
barroquismo, sin añadidos ni ornamentos.
Que se vean desnudos
los maderos,
desnudos
y decididamente rectos.
Los
brazos en abrazo hacia la tierra,
el
astil disparándose a los cielos.
Que
no haya un solo adorno
que
distraiga este gesto… este equilibrio humano
de los dos mandamientos.
Más sencilla… más sencilla…
hazme una cruz sencilla, carpintero.
Twitter:
@gmomtz
Textos anteriores: http://columnamusicopoetayloco.blogspot.mx/
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Publicado el 19/02/2015 en www.antenasanluis.mx
Publicado el 19/02/2015 en www.antenasanluis.mx